Organizaciones sociales muestran preocupación por el estancamiento del proceso penal histórico seguido en contra de José Efraín Ríos Montt y José Mauricio Rodríguez Sánchez, a quienes se acusa por delitos de genocidio y deberes contra la humanidad, por la muerte de más de 1770 indígenas Maya Ixil y demás afectaciones cometidas contra ese pueblo, durante el conflicto armado interno en Guatemala (1982-1983).