La exhumación de Julio César Mondragón Fontes: sigue la lucha de los familiares por la verdad, la justicia y la memoria del normalista asesinado el 26 de septiembre de 2014

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Ante la exhumación de Julio César Mondragón Fontes este 4 de noviembre, los familiares del joven torturado y ejecutado extrajudicialmente el 26 de septiembre de 2014 enfrentan una nueva etapa dolorosa en su búsqueda de verdad y justicia. Junto con su abogada Sayuri Herrera, Marissa Mendoza, la viuda de Julio Cesár, ha solicitado su exhumación para tener certeza sobre las causas y circunstancias de su muerte. La exhumación y necropsia del cuerpo de Julio César estarán acompañados por una marcha y actividades conmemorativas el 7 de noviembre 2015.

A fin de esclarecer las causas y circunstancias de la muerte de Julio César Mondragón Fontes, su cuerpo será exhumado este 4 de noviembre y trasladado a la Ciudad de México, donde peritos del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) junto con peritos de la defensa y de la PGR empezarán el trabajo forense el 5 de noviembre. Su trabajo será observado por una comisión acreditada, entre ellos los familiares de Julio César Mondragón Fontes.

“Nosotros hemos solicitado a los peritos argentinos que ellos sean los que trabajen para la exhumación. No confiamos en la PGR. Dudamos que nos entreguen un resultado verídico. En el peritaje que realizaron en Iguala y en el peritaje que nos entregaron se decía que el rostro le había devorado a Julio un animal, un perro. Cuando realmente sabemos que Julio no fue devorado por un perro, ni por ningún animal, ninguna fauna nociva como se decía en el expediente. Él fue torturado, él fue desollado vivo.” (Marissa Mendoza)

El expediente del caso Julio César muestra una serie de vacíos, omisiones e irregularidades, entre ellos el dictamen pericial realizado por Carlos Alatorre por orden de la Procuraduría General de Justicia del estado de Guerrero. Según éste dictamen la muerte de Julio César fue resultado de una edema cerebral causado por golpes en el cráneo. El mismo dictamen llega a la conclusión de que la cara del estudiante fue devorado post mortem por animales de la región. Conforme con las observaciones del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) y del EAAF se puso bajo investigación dicho dictamen:

“Este peritaje fue analizado por otro perito del origen vasco, Francisco Echeverría, que es un perito que aportaron el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes. El peritaje de Francisco Echeverría, lo que nos aporta es la necesidad de realizar la exhumación de restos de Julio César, dado que las conclusiones a las que llega Carlos Alatorre no cuentan con un fundamento adecuado para poder establecer la causa de muerte definitivamente.” (Sayuri Herrera)

Ante la falta de pruebas terminantes y resultados concluyentes, los familiares de Julio César y su abogada Sayuri Herrera han denunciado públicamente no sólo el fallo de las autoridades locales, estatales y federales de esclarecer las circunstancias de la muerte de Julio César, sino también su falta de respeto, compromiso, seriedad y profesionalismo a lo largo de la investigación. Acusan a la autoridad judicial del fuero común en Iguala, al igual que a la Fiscalía General del estado de Guerrero y la Procuraduría General de la República (PGR), de haber obstaculizado las investigaciones por acción u omisión. Insisten en que las investigaciones de autoridades locales y estatales se caracterizan por su parcialidad, omisiones graves y errores. Asimismo inculpan a la PGR por haber omitido asumir el caso y asegurar que las investigaciones se llevarán acabo adecuadamente.

Además, autoridades de los tres niveles de gobierno han dificultado a los familiares el acceso a los expedientes. Por haber fragmentado las causas penales a diferentes estados de la república y semejantes trabas burocráticas, la familia de Julio César y su abogada no habían tenido información del caso hasta junio del año 2015. De esta forma, los procedimientos del Estado mexicano prolongan la pena de los familiares innecesariamente y la omisión de brindarles apoyo permanente aumenta su desgaste económico.

A un año de la muerte de Julio César sus familiares siguen exigiendo verdad, justicia y castigo para los responsables materiales e intelectuales. Reconstruyendo la memoria del normalista, esposo, hermano, hijo, padre y amigo han prendido una digna lucha en contra del olvido y de la repetición de los hechos.

“Nosotros como familia vamos a seguir exigiendo que se esclarezca el hecho de Julio César, porque no es un hecho aislado. Sigue presente. Y con nuestro apoyo y con el apoyo de toda la sociedad en general vamos a seguir exigiendo justicia para los 43 desaparecidos, para los 6 caídos, que murieron esta noche.” (Marissa Mendoza)

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