Del 17 al 20 de enero de 2013 se levo a cabo el Encuentro de Pueblos de Mesoamérica “Si a la Vida, No a la Minería” en la comunidad de Capulalpam de Méndez, Oaxaca, constituyendo el primer encuentro del año de los y las afectadas por la minería en México y Mesoamérica.

Convocado por diversas organizaciones y redes, dentro de las que destacan la comunidad de Capulalpam de Méndez, el Colectivo Oaxaqueño en Defensa de los Territorios, la Red Mexicana de Afectados por la Minería (REMA), y el Movimiento Mesoamericano contra el Modelo Extractivista Minero (M4), los y las afectadas por esta actividad extractiva se dieron cita para discutir las causas y efectos de la minería en sus territorios, al igual que para proponer y construir estrategias y planes de acción colectivas para hacerle frente a dicha problemática.

El encuentro contó con la participación de alrededor de 500 personas, 70 organizaciones y 12 países, entre los cuales destaca la participación de Guatemala, El Salvador, Honduras y Canadá.

Durante los días de trabajo intensivo, las luchas y comunidades afectadas, organizaciones sociales acompañantes y medios libres y alternativos discutieron sobre los impactos de la minería en la salud, el ambiente, el tejido social comunitario y el territorio, al igual que sobre propuestas de acciones jurídicas, de organización, articulación, movilización e incidencia a nivel local, nacional e internacional, y de alternativas desde los pueblos para el Buen Vivir.

Dentro de los resultados del plan de acción resalta la realización de una jornada de movilización global para exigir justicia para San José del Progreso y en rechazo a la minería, que se llevará a cabo en marzo de 2013.

Podemos resaltar, como conclusión general del encuentro, que la contaminación y las afectaciones a la salud de las personas y los ecosistemas a las que conlleva la minería, y el despojo que implica y ha implicado para los pueblos de América Latina y el Mundo, hacen de esta actividad extractiva una de las más inviables y violatorias a los derechos humanos hoy en día. Las comunidades y organizaciones que se oponen a la misma reclaman, de manera legítima, su derecho básico a la vida.

Para leer la declaratoria final del encuentro, pulsa aquí:

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